En el ámbito académico, la publicación de artículos de investigación en revistas científicas a menudo se considera una métrica crucial para evaluar la productividad y el éxito de un académico. Sin embargo, una preocupación creciente dentro de la comunidad académica es el énfasis en la cantidad sobre la calidad de las publicaciones académicas. Este fenómeno ha llevado a una proliferación de artículos de investigación que pueden priorizar métricas de resultados, como el recuento de publicaciones, a expensas del rigor, la importancia y el impacto de la investigación.
La presión para publicar es con frecuencia un aspecto generalizado de la vida académica, la mentalidad de "publicar o morir" en el mundo académico ha llevado a que se preste más atención a la cantidad de publicaciones que a la calidad de la investigación, impulsado por una variedad de factores que incluyen los requisitos de titularidad, las expectativas institucionales y la naturaleza competitiva de las carreras académicas. A menudo se anima a los académicos a producir un gran volumen de publicaciones para asegurar financiación, mejorar su reputación académica y avanzar en sus carreras. Pero esto lleva a la larga a una baja calidad en la investigación lo cual socaba el rigor científico de las mismas.
El Impacto de la cantidad lleva a la baja calidad de las investigaciones, esto hace que los investigadores realicen estudios rápidamente, sacrificando en el proceso la minuciosidad y un diseño experimental sólido. El resultado es un aumento de publicaciones que pueden carecer de profundidad, no proporcionar conocimientos significativos o incluso contribuir a la crisis de replicación dentro de ciertas disciplinas científicas.
El entorno académico centrado en la cantidad también ejerce presión sobre el proceso de revisión por pares, un componente vital para mantener la calidad de la literatura científica. Los revisores sobrecargados pueden tener dificultades para evaluar exhaustivamente el creciente número de envíos, lo que podría permitir que investigaciones menos rigurosas pasen por el sistema de revisión por pares. Una editorial top en cuanto a investigación como Nature tiene un periodo aproximado de 185 días para la revisión de un articulo y su porcentaje de rechazo es muy alto, en contra la editorial MDPI muy cuestionada por la rigurosidad de sus revisiones tarda 37 días en su revisión y tiene un porcentaje de aprobación de los artículos que reciben del 60%
El aumento de revistas depredadoras que publican casi cualquier artículo a cambio de una tarifa ha hecho que sea más fácil que nunca publicar trabajos de baja calidad según menciona Berger en un estudio realizado el 2017. Estos medios a menudo priorizan las ganancias sobre la integridad académica y aceptan artículos sin una revisión rigurosa por pares (como el caso de MDPI), en lugar de examinar la metodología y las conclusiones, estas revistas se centran más en cobrar a los autores para la publicación de sus artículos. Los investigadores, ansiosos por aumentar el número de sus publicaciones, pueden contribuir (sin saberlo en algunos casos) a ello, comprometiendo aún más la calidad de la literatura científica inflando artificialmente su historial de publicaciones. También muchas revistas científicas de alto valor impulsan a los autores de trabajos a que deben de pagar para la publicación de sus artículos, según una investigación publicada en Quantitative Science Studies en los últimos cuatro años las principales revistas científicas obtuvieron mas de 1000 millones de euros por este medio.
En el 2022 solo tomando las más grandes editoriales se vio un total de 1,6 millones de artículos
publicados lo cual duplica lo publicado en años anteriores, tanto es así que algunas revistas tienen números especiales para cubrir la ingente cantidad de artículos que reciben, llegando a superar en algunos casos sus números regulares de publicación, solo como ejemplo la editorial Suiza Frontiers tiene un 69% de sus publicaciones en ediciones especiales, la editorial egipcia Hindawai tiene un 62% y MDPI también Suiza fundada con capitales chinos tiene un 88% del total de publicaciones en ediciones extraordinarias.
También los casos de mala praxis en la investigación así como la presión para publicar ha llevado a algunos investigadores a romper normas éticas, como omitir deliberadamente datos que contradicen sus hipótesis, o incluso falsificar o fabricar datos para lograr resultados dignos de publicación, la compra de investigaciones o el abuso de practicantes o alumnos para que ellos realicen la investigación y en los que el asesor solo da toques finales para luego acreditarse la investigación, generan que ha la larga la investigación pierda su esencia convirtiéndose en un negocio.
Abordar el desequilibrio entre cantidad y calidad en las publicaciones académicas requiere un enfoque multifacético. Las instituciones deberían reevaluar los criterios utilizados para evaluar a los investigadores, considerando no sólo métricas numéricas sino también el impacto, la importancia y el rigor metodológico de su trabajo. Fomentar la colaboración interdisciplinaria y enfatizar la importancia de realizar investigaciones exhaustivas y significativas puede contribuir a un enfoque más equilibrado. Además, la comunidad académica debería fomentar una cultura que valore y recompense la investigación de alta calidad por encima de la simple cantidad.
Si bien es poco probable que la presión para publicar se disipe por completo, la comunidad académica debe reflexionar sobre las consecuencias de priorizar la cantidad sobre la calidad en las publicaciones de revistas científicas. Un enfoque más equilibrado y reflexivo para evaluar a los investigadores puede ayudar a garantizar que el trabajo académico contribuya significativamente al avance del conocimiento, en lugar de simplemente aumentar el volumen de literatura publicada.
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